domingo, 26 de octubre de 2008

El público salió ileso


Ayer hicimos por fin la exhibición de taichí que en principio estaba prevista para el pasado sábado 18: como se hacía en el jardín del museo, ese día la cancelaron por culpa de la lluvia.

Lo más importante es que, para mi sorpresa, no sólo no me puse como un flan (cosa que me pasa siempre que tengo que hacer algo en público) sino que incluso disfruté un pelín... :S
No había mucha gente, porque era tarde. ¡Y eso que lo hicimos como media hora antes de lo previsto! Se suponía que debíamos salir a eso de las nueve y cuarto de la noche, pero empezamos sobre las nueve menos cuarto, más o menos. El próximo año a ver si el profe consigue que le dejen hacerlo por la tarde.
Resumiendo, hicimos primero un taller abierto de chikung, que a mi me vino muy bien para quitarme el gusanillo de los nervios de la tripa, en el que pudo participar toda la gente que quiso. Era una tabla de ejercicios sencilla para relajarse y estirar bien todos los huesos que ni siquiera sabes que tienes hasta que los oyes crugir. Y luego la exhibición de taichí con arma (abanico) que fue bastante llamativa, no porque la hiciésemos perfecta (sin ir más lejos yo hice un par de cagadas considerables) sino porque nadie se dio cuenta de los fallos y porque quedó muy colorida (los abanicos eran rojos, y hacíamos bastante ruido al abrirlos y cerrarlos). Además, conseguimos que a ninguno se nos escapara el arma, así que el público salió ileso :P
El martes colgaré una foto del acto en este mismo post.

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