miércoles, 23 de enero de 2008

¿Pero esto está desinfectado?

Esto es un poco largo, pero la historia no tiene desperdicio.
Estaba yo esta mañana lavándome los dientes después de desayunar, cuando ha entrado una compañera de trabajo con las mismas intenciones que yo.
Después de los saludos rompehielos, le ha faltado tiempo para explicarme el cotilleo del día. Había bajado al servicio de la primera planta y se había encontrado con que a alguien se le había caído la tarjeta de pagar el desayuno dentro de la taza del váter.
Lo primero que me ha pasado por la cabeza es qué demonios estaría haciendo esa persona dentro del servicio para que se le cayera la tarjeta dentro del güé cé...
Después del primer momento de estupor no he podido contenerme la risa (juro y perjuro que he intentado controlarme) cuando la chica me ha dicho con cara de asco que había salido enseguida de ese servicio. Pero vamos a ver, ¿era una tarjeta o una china de ántrax!?...
He pasado toda la mañana sin volverme a acordar del tema. Cuando salía a las tres me ha parado el guardia de seguridad, que estaba con unas ganas de hablar que se subía por las paredes. Hoy ha sido nuestro primer día en la primera planta, ergo ha sido su primer día solo en la planta baja, y estaba el pobre hombre con el mono de darle a la sin hueso. Bueno, más que mono era gorila...
¿Y cuál era el trascendental acontecimiento que quería contarme? Pues ni más ni menos que la historia de la tarjeta, pero ampliada y con nombres y apellidos... Desde luego que mala leche tiene la gente, si es que si no lo cuentan con nombres y apellidos no se quedan a gusto... jejeje...
Parece ser que la tarjetita de marras era de una compañera de la planta baja, que ni siquiera se había dado cuenta de que al día siguiente no iba a tener con qué pagar el desayuno. Alguien se había encontrado con el pastel y había avisado al guardia, que a su vez había avisado a la señora de la limpieza, para que entrara en el lavabo de señoras y extrajera el chisme del excusado. La pobre mujer ha metido la mano y la ha sacado (huelga decir que tanto el wc como el agua que contenía estaban limpios como los chorros del oro). Le ha dado un aclarado en el lavamanos y la ha secado. Luego se han ido los dos a avisar a la interfecta de que habían encontrado su cosita y que, afortunadamente, habían podido rescatarla sin incidentes de la piscina en la que estaba practicando los cien metros mariposa.
En fin, parece que la cara que ha puesto la muchacha ha sido impagable, pero más impagable ha sido cuando han intentado devolverle la tarjeta y ella ha reculado con cara de susto diciendo algo así como “¡¿pero esto estará desinfectado!!?”... Al final ha agarrado la tarjeta con las puntitas de los dedos, por si acaso le mordía el pequeño engendro mutante, y se ha ido corriendo al servicio, suponemos que con intenciones de emular al mayordomo del algodón... Si mañana la tarjeta está tan desgastada que no pasa por el datáfono, seguro que la culpa es de la señora de la limpieza, que quién le manda a ella andar haciendo de cazafantasmas a sueldo para semejante lumbreras...
;P

martes, 22 de enero de 2008

Ya tenemos disfraz

:)
Pozí, nos ha costado, pero ya tenemos disfraz. Seremos 14 M&M de colores y sabores diferentes, cada uno con su personalidad.
Estas son algunas de las caras que llevaremos.

viernes, 11 de enero de 2008

Preparando el carnaval


Este año el carnaval se nos ha hechado encima... y nosotros aún no nos hemos podido poner de acuerdo en el disfraz... ¿Por qué tiene que ser todo siempre tan complicado? En fin, seguro que el lunes se nos ocurre alguna idea genial de última hora, como nos pasa siempre. :)
Mira, mira:

miércoles, 2 de enero de 2008

La cuarta temporada de Perdidos



Ei!!
El jueves 31 de enero empezarán a emitir la cuarta temporada de Perdidos en Estados Unidos!
El trailer ya está disponible junto con un artículo.
Aviso que el artículo comenta algunas cosillas del final de la temporada 3 y hace algún adelanto de la temporada 4, así que si no quereis que os lo cuenten no lo leáis. Pero el trailer se puede ver sin tener que leer el artículo.