Este viernes víspera de todos los santos nos reunimos casi todos (eché de menos a Xavi y Esther) con la excusa de celebrar una fiesta, mezcla de Halloween y de la Castanyada (tradición catalana de todos los santos en la que se comen castañas asadas, moniatos asados, panellets y una copita -o dos...- de mistela o moscatell).
La segunda parte de nuestro plan sí que salió perfecta. Nos fuimos todos a una casa en medio del bosque (literalmente) que nos prestaron los padres de Roger, y allí decoramos la sala con todos los cachivaches que trajo Jordi, que es el guardia y custodio oficial de todos esos trastos de un año para otro. Luego pusimos las castañas y los boniatos a asar y nos sentamos a cenar. Hay que decir que la casa no tiene electricidad, así que la necesidad de utilizar velas ayudaba a crear ambiente. Dimos buena cuenta de un pa amb tomàquet con los embutidos y quesos que encargaron Txell y Roger así como del vino que siempre nos trae Ana de la bodega de su hermano y, de postre, las castañas, los moniatos, los panellets que trajo Azu y un poquito de mistela casera.
¡¡Y luego a disfrazarnos!! Un zombie con imperdibles clavados en la cara, una novia cadáver, el actor secundario Bob en horas bajas, una Bruja Pirula, un vampiro gay, la reina malvada de Blancanieves, el rey de los demonios y una bruja vieja, verde y fea con muy mala leche. Toda la comitiva nos fuimos al bosque de paseo, en busca del fantasma del escultor de las estatuas degolladas, el que fue vecino de la casa de al lado (las dos únicas casas del bosque) y que murió allí mismo... Cada año desaparece misteriosamente la cabeza de otra de las estatuas que dejó como legado esparcidas por todo el bosque... Gritos, carreras, arañazos con las zarzas... y muchas risas!! De regreso a la casa, más fiesta, con juegos en grupo incluídos para pasar el rato y reirnos tanto que yo aún hoy tengo agujetas...
Lo más importante: estuvimos todos juntos y pasamos un buen rato. Chicos, me gusta mucho estar con vosotros. Tengo mucha suerte de tener amigos así. Espero que el año que viene podamos repetirlo.
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